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Este blog está dirigido al alumnado de la ESO del CEO Nereida Diaz Abreu. Aquí encontrará información, publicaciones, enlaces, tareas y/o actividades, que pueden servir de apoyo a las siguientes materias y ámbitos: Geografía e Historia, Historia y Geografía de Canarias, Educación para la Ciudadanía, Valores Éticos y Ámbito Lingüístico y Social.



sábado, 20 de febrero de 2010

La Rebelión de los Gomeros en la poesía popular.


Por Chácaras y Tambores de Guadá.
DÉCIMAS SOBRE LA LEGENDARIA “BAJA DEL SECRETO” Y “TORRE DEL CONDE”

Nos encontramos ante una de las décimas más conocidas y sobre las que más se ha escrito, de todas las hechas en La Gomera. Sin duda por tratarse de una recreación poética de uno de los hechos más traumáticos de la historia de la isla, como fue el ajusticiamiento de Hernán Peraza, señor feudal de la gomera y la posterior cruenta represión por parte Pedro de Vera. Hechos estos que han marcado la historia colectiva de los gomeros, de tal manera, que siguen muy vivos en la tradición oral de la Isla.

No es nuestra misión aquí, hacer un detallado análisis histórico, pero sucintamente estos fueron los acontecimientos. El hecho central lo constituye la Rebelión de los Gomeros; episodio acaecido ha finales del año 1488. La causa del levantamiento fue la tiranía de Hernán Peraza, “el joven”, señor de la isla. Éste gobierna la isla de forma despótica y cruel, atropellando derechos y vidas y haciendo cada vez mayor el descontento de los gomeros. A esto se unió sus pretensiones amorosas con la joven Iballa, mujer que le estaba prohibida, pues ambos pertenecían al mismo bando de Ipalán, por los que se les consideraba “hermanos”, al formar parte del mismo grupo de parentesco ....


Aparte de Iballa, otras figuras aborígenes mencionadas son Hupalupo y Hautacuperche a quienes con frecuencia se les llama, Pablo y Pedro respectivamente. Hupalupo (Hupalupa o Hupalupu) anciano con gran ascendencia entre sus paisanos, sobre todo del bando de Orone, fue el encargado de organizar la muerte de Hernán Peraza, mientras que Hautacuperche fue el responsable material de la misma, ésta tuvo lugar en el exterior de la Cueva de Guadehum (o Guadejume).

Narra Abreu Galindo que Hautacuperche murió en el intento de asediar la torre del Conde y que los gomeros al ver perecer a su caudillo, huyeron y se hicieron fuertes en la Fuerza de Garagonohe. Beatriz de Bobadilla, esposa de Peraza, se hace fuerte en la Torre de San Sebastián y pide ayuda a Pedro de Vera, gobernador de Gran Canaria, que llega a La Gomera con un gran número de tropas. Se engañó y concentró a los sublevados en San Sebastián, villa en la que se prodigaron unas escenas tan cruentas que durante siglo han ensombrecido la mente del pueblo gomero. Se cometieron terribles atrocidades: los mayores de quince años serán muertos en la horca, quemados o ahogados en el mar; los menores, las mujeres y los viejos serán vendidos como esclavos o deportados de la isla. Abreu Galindo también hace referencia en su obra a los asesinatos que Pedro de Vera cometió en Gran Canaria, muy posiblemente encaminados a evitar una nueva venganza por parte de los gomeros que allí residían en condición de expatriados.

Pedro de Vera y Beatriz de Bobadilla personajes ejecutores de tan sanguinaria represión recibieron los beneficios más suntuosos: “Pedro de Vera, cargado de ducados, orchilla, esclavos, sangre e infamia, volvió a Gran Canaria”. También ambos destacaron igualmente en su papel de principales vendedores de esclavos gomeros: “Para ellos los indígenas fueron una especie de moneda. Pagó con ellos un barco y los diezmos debidos a la iglesia de Canaria (...)”.

Estos hechos tan impactantes, fueron transmitiéndose de forma oral, dando lugar a las diferentes versiones que se pueden encontrar del acontecimiento, aunque en ninguna de ellas el fondo del episodio se altera. Es una historia que ha permanecido muy viva en la memoria, sobre todo en pueblos como Valle Gran Rey, donde cualquiera puede dar detalles del tema, en donde se conserva en la toponimia: La Baja del Secreto, peña situada en frente del Charco del Conde, el palacio del Conde en La Casa de la Seda, la cueva de Hupalupo en Gerián, etc.

Lo que más nos interesa de esta historia, no es el hecho de que permanezca viva en la tradición oral de la Isla, en forma de leyenda prosificada, sino el hecho de que aparezcan en forma versificada, en este caso mediante décimas cuya autoría se atribuye al poeta de Valle Gran Rey, Manuel Roldán Dorta. No sabemos hasta que punto el poeta Manuel Roldán utilizó para su obra, sólo lo que él sabía por tradición oral, muy rica la que en Valle Gran Rey existía al respecto, o puede que algo se dejara influir por los relatos escritos por los cronistas y en tercer lugar, lo que él mismo inventó como autor. Lo que si está claro, es que estas coplas se extendieron por toda la isla y se han ido a unir al resto de versiones tradicionales y quien sabe si acabe imponiéndose a éstas como versión única y más autorizada, dado el gran prestigio que sobre el pueblo tiene la letra escrita, como dice el profesor M. Trapero.

La popularidad de estas décimas es grande y son muchos los que conocen su existencia (en muchos casos ya desligadas del autor) y te pueden recitar partes o fragmentos sueltos, sin embargo muy pocos son los que pueden dar la historia completa. Hasta ahora, en todos los trabajos y en las veces que ha aparecido publicada, se daba sólo la primera parte de la historia, que es la llamada “La Baja del Secreto” y no ha aparecido nunca la segunda parte, “La Torre del Conde”. Aquí por primera vez va a aparecer la versión completa, según fue versificada por Manuel Roldán.

Otros poetas han escrito sobre este mismo episodio, de Valle Gran Rey, que nosotros conozcamos existe una versión en forma de 22 espinelas cuyo autor fue Manuel Navarro Rolo, e incluso recientemente, dentro de ese resurgir del punto cubano, algunos repentistas cubanos que nos han visitado, también han recreado ese suceso, como es el caso de Raúl Herrera “El gigante remediano”, en su libro “Mis mejores décimas”. También Los Sabandeños le dedicaron un disco llamado “La Rebelión de los Gomeros, (muerte de Hernán Peraza)” en el año 1983. E incluso existe una versión novelada titulada “Iballa” cuyo autor es Manuel Mora Morales.

Fuente: HERNÁNDEZ MÉNDEZ, Miguel Ángel (1998): Décimas de La Gomera. Poetas de Valle Gran Rey. Asociación Granate, Ilustrísimo Ayuntamiento de Valle Gran Rey



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